7/19/2006

Los vecinos desconocidos

Cuando era niño en varias ocasiones pregunté: ¿Oye papá y esa estrella cómo se llama?... Lo cierto es que nunca escuché una respuesta adecuada.

Al principio seguramente estuve resentido, pero como todos los niños, olvidé el tema y seguí jugando.

Toda nuestra vida transcurre bajo el mismo cielo, pero una vez que crecemos nos olvidamos de preguntar: ¿Y esa estrella cómo se llama?

El reencuentro

A mi me pasó eso exactamente y fué hasta que nació mi hijo que las cosas comenzaron a cambiar. Una buena noche me preguntó: ¿Papá y esa estrella cómo se llama? Yo la verdad me había olvidado que las estrellas tenían nombre, bueno excepto por la estrella polar, el resto bien podrían ser números de cualquier clase e igual no importaba.

Bueno, pues yo dije que era la estrella polar y fué suficiente por una noche.

Claro que un par de días después el niño preguntó por otra estrella y ésta estaba en otra parte del cielo, por lo que con toda la vergüenza del mundo tuve que confesar que no sabía la respuesta.

Ese mismo día estuve viendo el cielo por primera vez... casi cuarenta años después de haber nacido.

La noche tenía muchas estrellas, unas más brillantes que otras y otras que podrían haber sido cualquier cosa. Por más que intenté no pude encontrar los famosos reyes magos (que venido a ver son el cinturón de orión) ni la tan mentada Osa mayor y Osa menor. Donde veían el oso o los animales aquellos que inventaron las constelaciones estaba más allá de mi entendimiento.

3 Presentandome con los vecinos

Unos días después me dío, como diría mi esposa, la obsesion por las estrellas.

Fuí y compré un libro que describía las constelaciones, a qúe se parecen y cómo identificarlas. Así me encontré con que la estrella por la que preguntaba mi hijo en realidad no era estrella... era venus, y que además no había manera de equivocarse ya que es el objeto más brillante de la tarde.

Claro que después de este descubrimiento fuí yo el que de pronto decía: ¿Sabes que esa estrella que ves es Jupiter? o ¿Ves la trompa del Oso? su nariz está apuntando a Arturo.

Todavía estoy aprendiendo los nombres de las estrellas y objetos en el cielo, y conforme aprendo me fascina más el hecho de que las estrellas hayan estado allí toda mi vida para verlas!

Tal es la fascinación que el cielo me provoca, que de pronto tiene uno sueños de sentirse Galileo y ser capaces de repetir eso de: Y sin embargo se mueve!

Queriendo conocer a los vecinos

Desgraciadamente los telescopios decentes cuestan a veces dos o tres mil pesos que francamente no tiene uno para desperdiciar...

Teniendo esto en cuenta, hace unos veinte años un Monje Krishna llamado John Dobson que también quería examinar el cielo con poco dinero se puso a diseñar un telescopio barato. Tan barato resultó el diseño, que un telescopio pequeño puede construirse por menos de mil pesos.

Ese es el telescopio que decidí fabricar. Un buen día me puse a comprar accesorios con nombres rimbombantes: Una araña, unos lentes de X o Y tamaño, un espejo parabólico, un espejo diagonal, un finder (aquí acabaron mis habilidades de traducción) y un Focuser (o enfocador... estas cosas deben tener un nombre en español). Todo esto debía de ponerse junto para formar un telescopio.

Construyendo un Telescopio

Todo este material durmió el sueño de los justos durante un par de meses hasta que un proyecto de la secundaria los sacó a la luz.

Mi esposa, que es maestra, necesitaba un proyecto científico que pudieran elaborar alumnos de secundaria.

En cuestión de días estaba explicando a esos niños cómo hacer un telescopio... cuando yo mismo no lo sabía a ciencia cierta.

Durante el tiempo que estuve con esos niños armando el telescopio, mi vida se transformó. De pronto me di cuenta que ver el cielo con detenimiento no es solo para científicos locos y que lo único que se necesita es un poco de tezón y paciencia.

Los astronomos de la Banqueta

El mismo monje que diseño el telescopio barato también fundó un grupo en California que se conoce como Astrónomos de la banqueta (O Sidewalk astronomers en ingés) en el que algunos aficionados instalan sus telescopios en una plaza pública y comparten con todo el mundo el placer de ver las estrellas.

Hoy, mi telescopio esta disponible para que todos aquellos que lo deseen, puedan voltear a ese cielo que ha estado alli todas nuestras vidas y sean, junto conmigo, astrónomos de la banqueta.

1 comentario:

Adam Roiter dijo...

Aquí te va mi no solicitada, humilde y desautorizada opinión.

Creo que estos seis puntos deberían ser separados, con una entrada diferente para cada uno. Incluso me gustaría que ampliaras un poco mas estas entradas con detalles, fotos del telescopio que fabricaste. Para todos aquellos con poca cultura astronómica, nos puedes decir como ubicar 2-3 estrellas fácilmente para al menos dar la impresión de no ser un completo ignorante?

Quisiera que escribieras mas, que postearas sobre artículos interesantes que hayas leído. Vamos, teniendo la maceta tan llena temas interesantes, nos dejas a tus lectores esperando saber mas. Vamos, proponte cada mes incluir algo novedoso aqui.

Felicidades por el sitio y espero que crezca mucho.